Lo que gana uno, lo pierde el otro, es una frase popular que puede ser ejemplo de lo que pasó con las casas de cambio y centros cambiarios, que dedicados a la compra, venta o cambio de divisas se beneficiaron con la depreciación del peso frente al dólar, y lograron un aumento en sus resultados netos de 221 por ciento a noviembre respecto al mismo periodo de 2015.
De acuerdo con cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, en los primeros 11 meses de 2016 las casas de cambio tuvieron una ganancia de 82 millones 534 mil 451 pesos en comparación con los 25 millones 707 mil 647 pesos de 2015.
La incertidumbre durante la campaña electoral en Estados Unidos, provocada por las amenazas del entonces candidato republicano Donald Trump de salir del TLC y el cobro de un arancel especial a los productos mexicanos afectaron al peso.
El plan para deportar 3 millones de migrantes, que significa la pérdida de miles de millones de dólares en remesas, hizo temblar a la moneda mexicana, por lo que el dólar superó el techo de 20 pesos en septiembre pasado.
Pese al panorama adverso que enfrentan las empresas que importan materias primas en dólares, el gobierno con su deuda en esa moneda o la población que sufre el incremento de los bienes durables, algunos sectores económicos son favorecidos con la depreciación del peso.
Por ejemplo, la industria manufacturera que trabaja con insumos nacionales y exporta sus productos a Estados Unidos, la venta de petróleo del gobierno y la industria turística aumentaron sus ingresos.
La Asociación de Instituciones Financieras Autorizadas en Divisas expresó que un tipo de cambio elevado es conveniente para todas las instituciones involucradas en el negocio de intercambios de moneda; es cuando más amplio queda el spread, lo que les permite obtener mayores ganancias.
De las nueve instituciones que operan en el mercado, la casa de cambio que más aumentó sus resultados netos fue Globo, al acumular a noviembre 44 millones 613 mil 865 pesos; seguida de Divisas San Jorge, con 23 millones 346 mil 296 pesos; B&B, 13 millones 632 mil 29 pesos; Imperial, 5 millones 864 mil 467, y Sterling, 3 millones 787 mil 974 pesos.
Hubo algunas casas de cambio que no pudieron capitalizar la volatilidad. Tiber tuvo una pérdida de 4 millones 64 mil pesos, Order Express 2 millones 327 mil y Única, con 2 millones 318 mil pesos.
El mercado de divisas está dividido en casas de cambio y centros cambiarios, los primeros están regulados y supervisados por la CNBV, y al cierre de 2016 el mercado tiene 15 instituciones; en tanto, los centros cambiarios se cuentan por miles, pero están restringidos a un límite de operaciones de 10 mil dólares por día.
Édgar Trujillo Vaca, gerente de la Asociación de Centros Cambiarios del Centro, que tiene cerca de 100 socios que cubren todo el país, explicó que la actividad de esos centros está excluida del sistema financiero, por lo que no pueden hacer transacciones con instituciones bancarias, por ser consideradas una actividad de riesgo.
“Hacemos operaciones al menudeo en ventanilla con usuarios que compran o venden dólares. La depreciación del peso de alguna manera se prestó para la especulación y la gente se comenzó a inquietar y comprar dólares; tenemos una mejor oferta que los bancos porque queremos posicionarnos. La depreciación nos favorece, lo usuarios ven que la moneda está subiendo y quieren comprarla”.
En vísperas del ascenso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos el dólar alcanzó un máximo de 22.25 pesos en ventanillas bancarias, el segundo aumento más importante desde que se dieron a conocer los resultados de las elecciones de aquel país, para alcanzar una depreciación del peso de 28 por ciento.
“El peso se recuperando, y esa parte también nos ha perjudicado, la gente que tenía dólares guardados los empieza a vender, y podemos decir que la demanda de dólares ya ha bajado. Trabajamos con la necesidad del mercado”, explica Trujillo.
Adicionalmente, el gerente de la asociación explicó que les afecta tener muchos dólares si no hay quien los compre; “los inventarios suben y no hay manera de venderlos”. Explicó que ahora les comienza a afectar esa situación.
En diversos análisis se pronosticó que después de la asunción de Donald Trump el dólar llegaría a 25 pesos por unidad. “La especulación favoreció el mercado de divisas, porque compraron los dólares y al otro día se iban más altos, hubo mucha demanda y ahorita las personas que guardaron las divisas las están comenzando a vender, porque perdieron”.
En tanto, Rafael Castellot, de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle, explicó que un ambiente volátil beneficia al negocio cambiario. “Sin duda se ven más favorecidas las instituciones que pertenecen a grupos financieros, dado que pueden comprar dólares más baratos y obtener más en el cambio de las divisas, mientras que las no reguladas la ganancia es de entre 20 y 50 centavos”.
Explicó que un peso demasiado depreciado afectaría a las casas de cambio, toda vez que provocaría que las personas reduzcan la compra de dólares por estar caros, mientras que los que cuenten con dólares no querrán venderlos, en espera de un incremento en su valor.